viernes, 25 de mayo de 2012

Tony Takitani (Tony Takitani) - (2004) - (Director: Jun Ichikawa)




TÍTULO ORIGINAL: Tony Takitani

AÑO: 2004
DURACIÓN: 76 min.
PAÍS: Japón.
DIRECTOR: Jun Ichikawa.
GUIÓN: Jun Ichikawa (Cuento corto: Haruki Murakami).
MÚSICA: Ryuichi Sakamoto.
FOTOGRAFÍA: Taishi Hirokawa .

REPARTO:
Issei Ogata, Rie Miyazawa, Shinohara Takahumi, Hidetoshi Nishijima, Yumi Endo, Shizuka Moriyama.

SINOPSIS:

Sensible película japonesa, de gran exquisitez formal, basada en un relato corto de Haruki Murakami. Sorprenden sus modos narrativos, pues comienza como si se tratara de un documental sobre el ilustrador gráfico Tony Takitani, del que se cuentan sus orígenes familiares, lo que supone hablar de la dedicación al jazz de su padre Shozaburo, y de cómo su madre murió al poco de nacer él.

El film nos muestra que Tony es muy bueno en su trabajo, pero que le embarga una tremenda soledad. Soledad a la que podría poner remedio Eiko, una mujer que acude a su estudio, y de la que se enamora. Acabarán casándose, pero Tony descubrirá un rasgo muy particular de la personalidad de Eiko: le encanta la ropa, y siempre está comprando prendas nuevas; es algo que le obsesiona, y no puede evitar gastar el dinero en ello. Con delicadeza, Tony intentará hacer ver a su esposa que debe enmendarse en esta cuestión, algo que ella procura con terribles consecuencias.

COMENTARIOS:

Una película japonesa basada en un relato de Murakami y con música de Sakamoto, creo que por si sola justifica cualquier tipo de interés y despierta curiosidad

Empiezo por decir que me gusta Murakami, pero que distingo muy bien cine y literatura, pretendiendo siempre distanciarme de la relación entre ambas y no crear imágenes en mi cabeza en las cuales la representación de una me evoque a la otra. Dicho lo cual, creo que nos encontramos ante una gran película que cuenta con sensibilidad y simpleza la vida de un hombre desde lo más íntimo de su ser.
El film está rodado en un estilo sosegado pero continuo, plasmando con exquisito esmero una historia bellísima de amor y muerte inmersa en un mundo vacío sin apenas entorno. Todo esto está perfectamente ensamblado por la magnífica banda sonora de Ryuichi Sakamoto (para mi un genio) que dota de emción y sensibilidad a un conjunto ya de por si tan delicado.
Respecto a la sombra de Murakami, no sólo se le reconoce y creo que el director capta su estilo, sino que además, y a pesar de separar conceptos como digo al inicio de la crítica, ha creado una imágenes que son muy parecidas a las que yo tengo en mi cabeza cuando leo un libro suyo, y este dato si que me parece significativo y muestra de un especial talento, con ese ritmo cadencioso inmerso en la ensoñación y el vacío que se mueve alrededor de los personajes de las novelas del autor.

Tony Takitani desarrolla un fuerte mundo interior. Desde niño es un solitario total. De joven estudia Arte y ya de adulto llega a ser un buen ilustrador de piezas mecánicas, lo que impide tener apuros económicos. En Tony no hay espacio para nada que no sea su trabajo artístico, hasta que se topa con Eiko, quince años menor que él. Ambos empiezan a salir, Eiko se califica de “egocéntrica” y le confiesa su enfermiza tendencia por comprar ropa. En la quinta salida, Tony le propone matrimonio, pero ella le dice que desde hace un tiempo está saliendo con un tipo, pero que de todas maneras “lo pensara.” Luego de un periodo prudencial, ella acepta casarse con Tony.

Pues bien, TK es una película en la que se dice poco, tanto los diálogos y la narración en Off son funcionales, Ichikawa privilegia los gestos, los silencios y las miradas de Tony, y no es ajeno a la máxima que configura a los perdurables personajes de Murakami: Tony, al igual que Toru Watanabe (TB) y Tooru Okada (CDPQDCAM) son presos de pasiones descontroladas, aman demasiado, lo aguantan todo en pos de mantener el sentimiento por las mujeres que los tienen en vilo, son reacios a privilegiar el orgullo masculino, porque para ellos amar no es una opción, no es una oportunidad, sino un estado de gracia que siempre han buscado sin buscarlo.
El film de Jun Ichikawa es una gozosa experiencia estética. A modo de cuento, se describen de modo encantador los sentimientos de los personajes, sobre todo los de Tony. Para ello hay recursos muy atractivos, como la voz del narrador, que de pronto cede la palabra a los actores, y éstos, de modo sorprendente, completan lo que se estaba contando. También es muy original la transición entre planos, elegantes travellings laterales que siguen a los actores, que quedan ocultos tras un objeto en primer plano, oscuro y fuera de foco, lo que sirve para efectuar el deseado cambio de escenario.
La partitura musical de Ryuichi Sakamoto es perfecta para evocar los sentimientos de soledad y melancolía, de añoranza de la persona amada. Todo es suave, no se cede al sentimentalismo fácil, y la búsqueda de la construcción de una atmósfera recuerda a Deseando amar (In the Mood for Love). Hay opciones audaces, como la de conceder a los actores Issei Ogata y Rie Miyazawa dos papeles, algo que no desentona en absoluto.
Gran película independientemente de haber leído o no a Murakami.


Tráiler:


Calificación: 3 de 6.

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