sábado, 15 de septiembre de 2012

The Man Who Shot Liberty Valance (El hombre que mató a Liberty Valance) - (1962) - (Director: John Ford)



TÍTULO ORIGINAL: The Man Who Shot Liberty Valance

AÑO: 1962 

DURACIÓN: 119 min. 

PAÍS: EE.UU. 

DIRECTOR: John Ford.

GUIÓN: James Warner Bellah, Willis Goldbeck (Historia: Dorothy M. Johnson).

MÚSICA: Cyril Mockridge.

FOTOGRAFÍA: William H. Clothier.

REPARTO:
James Stewart, John Wayne, Lee Marvin, Vera Miles, Edmond O'Brien, Andy Devine, Ken Murray, John Carradine, Jeanette Nolan, John Qualen, Woody Strode, Lee Van Cleef, Strother Martin, Denver Pyle


PREMIOS 1962:

Nominada al Oscar: Mejor vestuario.

SINOPSIS:

Un anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, Ransom Stoddard (James Stewart), relata a un periodista la verdadera historia de por qué ha viajado junto a su mujer Hallie (Vera Miles) para acudir al funeral de un viejo amigo, Tom Doniphon (John Wayne). Todo comenzó muchos años atrás, cuando Ransom era un joven abogado del este que llegó en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar a su destino, es atracado y golpeado brutalmente por el temido pistolero Liberty Valance (Lee Marvin). 


COMENTARIOS:


Memorable western en todos los sentidos. Se trata de la despedida de una de las parejas que mejor simboliza el cine Ford/Wayne. Todo en "El Hombre que Mató a Liberty Valance" se mueve con total nostalgia. Es como si ya antes de rodar,todos, absolutamente todos (actores, realizadores,productores) supieran que estaban a punto de rodar el último gran clásico.

Es el último tiro del Wayne clásico, el Duque, el hombre rudo que causó furor.



Mención especial a la interpretación; desde el memorable Ransom Stoddard interpretado por un incombustible James Stewart, hasta el del periodista entrañable, pasando por el de Hallie (Vera Miles) y un efectista y respetuoso Lee Marvin en su papel antagonista.

"El Hombre que mató a Liberty Valance" es la explosión final de un John Ford que volvió a superarse a sí mismo. Casi todas las críticas que he leído por aquí coinciden en que este film alimenta la leyenda tanto del mejor director de western que la historia nos ha dado, como del hombre que nació para hacer de tipo duro en el género, y yo estoy totalmente de acuerdo.

Imprescindible para todo aquél cinéfilo. Morir sin verla es un auténtico pecado.


 
Gran película de John Ford, uno de los western más importantes sin duda de la historia del cine por lo que representa. El hombre que mató a Liberty Valance es una película compleja y llena de detalles. John Ford la impregna de lirismo, nostalgia y melancolía. Es una película que marcaba el final de una manera de hacer cine. Con ella, John Ford muestra el final de la historia del western, del western clásico y el comienzo de la modernidad con la llegada de las leyes, la constitución y la democracia, en definitiva, la civilización. Luego vendría el Spaguetti western, gracias al cual Sergio Leone revive el género y tras él otros western, entre otros, la gran obra maestra de Clint Eastwood, Sin perdón.

Esto lo muestra muy bien el comienzo y el final del film ya que la película se abre y se cierra con la imagen de el ferrocarril que supone el progreso frente al oeste. Es una película en la que no hay exteriores sino que por lo contrario, está rodada en interiores. El cuarteto protagonista está genial. No podía faltar en una película de Ford John Wayne, un personaje que representa junto con el de Lee Marvin (Liberty Valance) ese mundo que se acaba irremediablemente por la llegada de las leyes, representadas en el otro protagonista, James Stewart.



La película es también una historia de amor, un amor sin posibilidad de llevarse a cabo. Vera Miles es la mujer de la que Wayne y Stewart están enamorados. En realidad, el enemigo de ambos no es Liberty Valance (genial Lee Marvin) sino cada uno de ellos por el amor hacia esa mujer.

La película es un largo flasback que nos narra el personaje de James Stewart, a través del cual conoceremos quién mató verdaderamente a Liberty Valance y lo que eso suponía para el futuro. Todo es genial, tanto el comienzo, el flasback como el final, con esa revelación de la verdad, formidable. Atención a la flor de cactus, nunca una flor así había tenido tanto protagonismo y tanta importancia. La flor de cactus está relacionado con el viejo mundo del oeste y representa la belleza del desierto.

"La ignorancia es la madre de todos los males". Muy interesante la defensa que hace el film, de la cultura y el conocimiento, como base de la igualdad, la democracia y la justicia. Este es un principio irrefutable que aún hoy en día no es compartido por todos.



La película es ante todo, una defensa (simple pero efectiva) de los hombres buenos frente a los dictadores, de los pobres frente a los ricos, de la democracia frente a la dictadura. Nos ofrece sencillas clases de democracia.
Un western adelantado a su tiempo, con algo de demagogia perdonable.



Precioso cine en blanco y negro, con encuadres perfectos y con grandes interpretaciones: James Stewart está comedido y perfecto. Lee Marvin es el mejor malvado posible. John Wayne, actor monocorde pero con una gran presencia que llena la pantalla y brilla por momentos. (Es el actor fetiche de Ford).

John Ford en su mejor momento. La recreación final de la muerte de Liberty Valance queda en nuestra retina por muchos muchos años.

Una de las mejores películas del western en particular y de la Historia del Cine en general es El hombre que mató a Liberty Valance, del maestro John Ford, director también de otras obras maestras del séptimo arte como La diligencia o Centauros del desierto.

Al igual que en dichos filmes, en El hombre que mató a Liberty Valance Ford vuelve a explicarnos su visión acerca de la sociedad estadounidense, de su sistema político y económico, resultando la película toda una defensa republicana del Estado de derecho y la democracia por encima de las dictaduras y de los tiranos. Lo cierto es que la película no deja un sólo cabo por atar, tratando temas tan vitales a la hora de analizar una sociedad como es la libertad de prensa, el papel que juegan los medios de comunicación en la democracia, y la forma en la que la ley y el orden deben hacer frente a la delincuencia y a la tiranía.



Siendo muy icónica a la hora de desarrollar sus personajes y muy teatral en su simplona puesta en escena, en esta película escrita por James Warner Bellah y Willis Goldbeck y basada en el relato corto de Dorothy M. Johnson, Ford vuelve a demostrar por qué es el mejor director de la Historia del Cine, por qué nadie maneja el lenguaje cinematográfico como él, y por qué él sí que se puede considerar todo un cineasta de oficio, y de los buenos, de los que no hacen chapuzas, sino auténticas obras de artesanía.

La película sitúa al espectador ante la llegada del anciano senador Ransom Stoddard (James Stewart) al pueblo de Shinbone para asistir al funeral de un antiguo amigo suyo. Ante unos pocos periodistas, Stoddard relata la historia que explica su relación con el difunto, y en la que aparece también involucrado el legendario bandido Liberty Valance (Lee Marvin).

Con un reparto de oro entre el que encontramos nombres tan atractivos como John Wayne, Vera Miles o el mismísimo Lee Van Cleef, esta obra maestra de Ford habla al espectador de política muy a las claras, y le invita a explorar las luces y las sombras por las que, en muchas ocasiones, la democracia se ve obligada a atravesar para hacer prevalecer sus intereses frente a aquellos que pretenden imponer los suyos a base de golpes de Estado.

Traíler:


Calificación: 6 de 6.

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