lunes, 4 de febrero de 2013

Flight (El vuelo) - (2012)



TÍTULO ORIGINAL: Flight
AÑO: 2012
DURACIÓN: 138 min.
PAÍS: EE.UU.
DIRECTOR: Robert Zemeckis.
GUIÓN: John Gatins.
MÚSICA: Alan Silvestri.
FOTOGRAFÍA: Don Burgess.
REPARTO:
Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle, Bruce Greenwood, John Goodman, James Badge Dale, Melissa Leo, Nadine Velázquez, Brian Geraghty, Dane Davenport, Tamara Tunie, Garcelle Beauvais, Alex Frost, Kwesi Boakye, E. Roger Mitchell.
PREMIOS:
2012: Oscars: 2 nominaciones: mejor actor (Washington) y guión original
2012: Globos de Oro: Nominado a mejor actor drama (Denzel Washington)
2012: Critics Choice Awards: Nominada a mejor actor (Washington) y guión original
2012: Satellite Awards: Mejores efectos visuales. 6 nominaciones

SINOPSIS:
Una mañana otoñal, el vuelo SouthJet 227 despega de Orlando (Florida), iniciando lo que debería haber sido un trayecto rutinario. El capitán Whip Whitaker está al mando del Jackson-Ridgefield 88 junto a su joven y formal co-piloto y su primer oficial Ken Evans, que es el polo opuesto de Whip en todos los sentidos. El vuelo no tarda en toparse con turbulencias mucho más violentas de lo esperado según se adentran en una fuerte tormenta. No resulta un problema para Whip, que dirige el avión a un claro y decide que la única manera de mantener la altura es hacer una maniobra acrobática con el avión de 50 toneladas, de manera que pueda deslizarse sin motores hasta que consiga enderezar el avión y aterrizar. Al cabo de unos minutos, sin haber llegado al aeropuerto, volando a unos escasos metros del suelo, Whip ve un claro cercano junto a una iglesia donde puede intentar aterrizar. A 140 millas por hora, invierte el avión y consigue aterrizar. El impacto es brutal, pero Whip, increíble e ingeniosamente, consigue aterrizar de manera lo suficientemente segura como para salvar a todos los pasajeros excepto a seis. Por su aterrizaje milagroso, los medios declaran a Whip un héroe. Pero hay una serie de preguntas no resueltas…
 COMENTARIOS:
Robert Zemeckis lleva tanto tiempo haciendo cine que parecía que es más viejo de lo que sus sesenta años indican. La mayoría de sus películas son entretenidas, aunque no de altos vuelos. Basta recordar ahora a modo puramente ilustrativo “Regreso al futuro” de hace casi treinta años, las muy exitosas, “¿Quién engañó a Roger Rabbit? o “Forrest Gump”, y las muy recientes “Beowulf” o “Cuento de Navidad”. Como puede verse, todas ellas películas destinadas a todos los públicos y a la taquilla. No hay nada malo en esto, si se hace, como es el caso, con dignidad y con la habilidad de buen artesano que se sabe en su papel y no se extralimita.


Lo primero que hay que aclarar es que "El vuelo" es un drama sobre las adicciones (alcoholismo y drogas) y no un filme de acción y aventuras sobre catástrofes, eso sí, los primeros veinte minutos con el accidente de avión es impresionante.
 Digo esto para que nadie se confunda y no espere en esta nueva película una cinta al estilo "Náufrago", pues "El vuelo" es un filme donde lo más importante no sólo es la catástrofe en sí del avión estrellado sino los dilemas éticos de los personajes que deben hacer frente a las consecuencias del desastre.
Alguien dijo alguna vez que un héroe no era el que hacía cosas que se esperaban de él, sino precisamente lo contrario: una persona que hace en un determinado momento lo que nadie se espera de él. Con esa premisa Robert Zemeckis ha vuelto al cine del mundo real, ya que desde "Lo que la verdad esconde" su carrera se ha centrado más en el cine virtual, con actores recreados por infografía. Y su regreso me ha supuesto lo mismo que el reencuentro con un viejo amigo: disfrutar de algo que ya conocía, pero con el añadido de un toque más mundano, más social, más "realista" en definitiva.


Es un filme de tono dramático que se mete de lleno a mostrarnos los pesares de aquellas personas que son esclavos de sus vicios que han tomado el control de sus vidas, y que de no cambiar sus conductas van inevitablemente a la ruina.
“El vuelo” planea, si nos permite el juego de palabras, con una idea muy sugerente, y plasmada con una expresión en inglés intraducible con la fuerza del original. El abogado de Whip trata de que el comité investigador considere que la situación a la que se enfrentó el piloto fue “de fuerza mayor”, en inglés “Act of God”, o sea, que no cabía hacer otra cosa que lo que hizo Whip, y el resto de lo que ocurriera, correspondía a Dios decidirlo. Y en efecto, la cuestión de la fe –o la falta de ella– del protagonista, es esencial y recurrente en la trama, también con abundante subtexto, como el lugar donde se estrella el avión, al lado de una iglesia y un río donde realizan bautismos los baptistas. Y el film no es otra cosa que el retrato de un hombre sin rumbo y en caída libre –como su avión durante el accidente, ya que a sus adicciones Whip suma una familia rota, está divorciado y su hijo adolescente no quiere saber nada de él–, al que lo acaecido podría hacerle remontar el vuelo. Y múltiples señales –maravillosa la escena en el rellano de una escalera de él con una heroinómana y un enfermo de cáncer terminal– le recuerdan constantemente la misteriosa acción de Dios en el devenir de los hombres.


Centrémonos: "El Vuelo" no tiene la grandiosidad de las anteriores películas de Zemeckis. Es más bien una reinvención a un nuevo modelo de historias. La gente ya no solo quiere soñar con otros mundos. La gente ahora quiere soñar que desde el mundo real, ese en el que vivimos, se pueda acceder a otro mundo mejor, más justo, más bonito. Destilando ese concepto, esta historia consigue literalmente que volemos de la mano de alguien de quien no nos fiaríamos ni de lejos. Pero es precisamente ese alguien el único que capaz de ofrecernos la puerta a esa realidad que creíamos que ya no existía. Y muchas veces, la única forma de llegar a ella es dejarse llevar, a pesar de que todo nos indique que es la peor solución. Porque aunque haya alcohol, drogas, sexo o egoísmo, también existe la bondad, la entrega, la ayuda, y la humanidad, entendida como comprensión y solidaridad.


Punto y aparte merece la actuación de Denzel, nominado al óscar que probablemente no gane, pero que recupera el rigor en una interpretación antológica. El papel de John Goodman puede gustar o no pero aporta un toque de humor poco frecuente en films dramáticos. El resto de reparto cumple con el cometido, quizá algún papel menor Kelly Reilly (la yonki) debería haber estado más y mejor trabajado.
En definitiva, con “El vuelo” no estamos ante una obra maestra ni un film extraordinario, pero no es una película complaciente, abundan los momentos desgarrados, tenía todo para ser una buena película y su resultado es que no defrauda, me sorprendió gratamente que Zemeckis no solamente mantuviera el pulso en su narración, sino que lograra extender mi atención durante todo el metraje. Como inesperada sorpresa me quedo con la interpretación de Kelly Reilly, la trama se enriquece con su relación –“la extraña pareja”, podríamos decir– con la adicta a las drogas, otra invitación a cambiar de rumbo.




Tráiler:

Calificación: 3 de 6.

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