martes, 11 de junio de 2013

Per qualche dollaro in più (La muerte tenía un precio) - (1965) - (Director: Sergio Leone)



Título original: Per qualche dollaro in più
Año: 1965
Duración: 130 min.
País: Italia.
Director: Sergio Leone.
Guión: Sergio Leone y Luciano Vincenzoni.
Música: Ennio Morricone.
Fotografía: Massimo Dallamano.
Reparto:
Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Gian María Volonté, Luigi Pistilli, Mara Krup, Roberto Camardiel, Klaus Kinski, Mario Brega, Aldo Sambrell, Benito Stefanelli.
Sinopsis:
Dos cazadores de recompensas que buscan al mismo hombre deciden unir sus fuerzas para encontrarlo, aunque las razones que los mueven son completamente diferentes. Este spaguetti-Western es uno de los mayores éxitos del cine español de todos los tiempos -en coproducción con Italia y Alemania-. Su título original (Per qualche dollaro in più/ For a Few Dollars More) ya sugiere que es la continuación natural de "Por un puñado de dólares" (Per un pugno di dollari, 1964), dirigida también por Leone un año antes.
El spaguetti western por antonomasia, servido por el chef Sergio Leone. Se busca a “El Indio”. Y pagan buenos dólares por su cabeza. Así que Clint Eastwood y Lee Van Cleef, rivales inicialmente, unen fuerzas para hacerse con su hombre y su botín.
Leone reinventó el western al hacer de él un tebeo de viñetas barrocas y efectistas.


COMENTARIOS:
Sombrero en la cabeza, barba de varios días, pitillo en la boca, poncho puesto sobre sus hombros, mirada fría, gélida, caucásica, observando siempre al frente como quien tuviera cien ojos, con su rostro hierático quemado por el duro sol del desierto. A veces le llaman "El manco", en otras "Rubio" y este tipo es interpretado por Clint Eastwood (que tenía 34 años en aquellas épocas). Es el protagonista de la "Trilogía del dólar": "Por un puñado de dólares", "La muerte tenía un precio" y "El bueno, el feo y el malo". Sin duda, iconos del “spaghetti-western”.

El llamado “spaghetti -western”, el western europeo, fue un subgénero del western que tuvo su auge en los años 60 y comenzó su decadencia a partir de los 70. Se caracteriza por una estética sucia a la vez que estilizada y por unos personajes aparentemente carentes de moral, rudos y duros, haciéndose servir de los clichés clásicos del western estadounidense y de sus mitos para crear un estilo propio. Las películas de Sergio Leone se convirtieron inmediatamente en clásicos de dicho género, muy bien realizadas, buenos actores, con argumento…. pero con mas trampas y mentiras que las cuentas bancarias de Urdangarin.
El hecho de que “La muerte tenía un precio” haya pasado a la historia del cine y sea venerado por muchos como una magnífica obra de ese engendro llamado “spaghetti-western”, no se debe a sus características técnicas ni al guión que lo sostiene, se debe más que nada a la atmósfera que envuelve a esta obra: coge un desierto en Almería, añádele a las cámaras un par de filtros amarillentos para intensificar la sensación de calor sofocante en el desierto, construye unos personajes de carácter chulescos y vacilones que no parecen tener miedo de nada y haz que tres buenos intérpretes se hagan con ellos, si uno de ellos es una leyenda del cine del oeste, mejor que mejor. Ponlo todo en una coctelera que agite un buen director experimentado, sin necesidad de que sea brillante y sírvelo, eso sí, envuelto en una banda sonora con uno de los grandes genios en esto como es Ennio Morricone. El resultado será una película que pasará a la historia, con muchas virtudes, pero con demasiados defectos también. “La muerte tenía un precio” dibuja una caricatura del viejo oeste donde todos los personajes buenos, malos o incluso los intrascendentes parecen tener un aura de valentía y soberbia que sobrepasa lo humanamente aceptable para ser creíbles.

Lee Van Cleef por su parte nunca más logra sacarse el estigma del coronel Douglas Mortimer magistralmente interpretado. Leone recrea una atmósfera muy bien lograda respecto a los pueblos del viejo oeste, forajidos y cazadores de recompensas. Las motivaciones de los personajes se van develando de a poco y no todo es por dinero como lo manifiesta el título.
Gian Maria Volonté esta notable en la interpretación del Indio un psicópata desalmado que a pesar de todo tiene un pensamiento perturbador que lo mortifica y que se lo recuerda dramáticamente al escuchar la melodía que emana del porta-retrato robado por él.

Admitiendo eso, a partir de ese punto hay que quitarse el sombrero ante su director Sergio Leone, atrapa al público de un certero disparo. Una obra que es el mejor exponente de aquellas cintas entretenidísimas y un poco amorales que cambiaron para siempre la concepción del western más clásico.
En resumen, una historia inteligente, bien narrada, que nos sumerge en este mundo ficticio creado magistralmente por Leone, donde se desmitifica el oeste al punto de que los héroes no lo son tanto y sólo justifican sus violentas y reprobables conductas amparándose en lo que la ley les justifique hacer.


Tráiler:

Calificación: 3 de 6.

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