sábado, 15 de junio de 2013

Somebody Up There Likes Me (Marcado por el odio) - (1956) - (Director: Robert Wise)


Marcado por el odio

Título original: Somebody Up There Likes Me

Año: 1956

Duración: 113 min.

País: Estados Unidos.

Director: Robert Wise.

Guión: Ernest Lehman.

Música: Bronislau Kaper.

Fotografía: Joseph Ruttenberg.

Reparto: Paul Newman, Pier Angeli,  Everett Sloane,  Steve McQueen,  Sal Mineo,  Eileen Heckart,  Robert Loggia,  Harold J. Stone.

Sinopsis:

Rocky, humilde joven neoyorquino, lidera una banda de delincuentes. Un manager de poca monta, decide hacerse cargo de él, para convertirle en campeón de boxeo. Primer papel protagonista en cine de Paul Newman, tras debutar como secundario en El cáliz de plata. Robert Wise, autor de otro excelente drama pugilístico, Nadie puede vencerme, adapta la autobiografía del campeón Rocky Graziano. Obtuvo dos Oscar, en las categorías de mejor fotografía y dirección artística.

COMENTARIOS:

El gran Robert Wise, hombre orquesta de la gran industria con toda clase de géneros y casi siempre acertando en dominio de la realización y brillante producción, esta vez se encara con su única película de boxeo. Hasta este 1956, una de las pocas, o acaso la única, que afrontaba el subgénero sin temor a realizar una gozosa apología del tan denostado deporte: algo que se sabía entonces y no puede ignorarse hoy, ya que se basaba en la autobiografía de un triunfador, un hombre que, "marcado por el odio" ascendería hasta él mismo asombrarse de encontrarse en la cima: de la nada a la gloria entre puñetazos y en brazos de una delicada mujercita que, también por vez primera en estas películas, no sólo supera el temor al desastre de su pareja sino que es el alma mater de que un chico de la calle, violento y fatalista, asuma la responsabilidad del triunfo.

Sin duda, el reparto es óptimo; desde los secundarios hasta los protagonistas, pero es indispensable la inocencia del espectador de ayer y de hoy, pues las torpezas de su estructura dramática en torno a varios temas principales se supera por la apasionada necesidad de recurrir a apuntes dramáticos de radionovela, al aliento previsible que todos querían y quieren ver ante personajes tan desolados que necesitan una oportunidad. Y esta vez, las partes más tremendas del boxeo se mencionan al pasar; lo que queda es una lucha singular con rumores de victoria desde ese principio magistral en que un niño corre desesperadamente y se transforma en un muchacho igualmente desesperado.
Con su segunda película Newman consiguió el éxito y deslumbró a todos con una magnífica interpretación. Marcado por el odio estaba basada en Somebody up there likes me, la autobiografía de Rocky Graciano, uno de los mejores boxeadores de los 40 que llegó a trabajar como cómico en la televisión. La película narra la difícil infancia de Graciano, sus jugueteos con el crimen convertido en un joven problemático y auge como boxeador.
Paul Newman construyó su personaje como muchos actores del método, intentando vivir como su personaje y profundizando en sus motivos, miedos y anhelos. El retrato que hizo de Graciano  no pudo ser mejor, teniendo en cuenta además que era James Dean  quién iba a interpretar el papel, pero tras su fatal accidente Newman fue el elegido.  Marcado por el odio significó además el debut en la pantalla grande de los actores Steve McQueen y George C.Scott . Gran film, y gran Newman.
La bella —y sólo en apariencia frágil— Pier Angeli en uno de sus pocos papeles realmente buenos: excelente niña delicada que toma las riendas de un hombre débil al borde de la catástrofe.

La diferencia entre el título original: "Somebody up there likes me": "Hay alguién allí arriba que me quiere", y el versionado en castellano: "Marcado por el odio", me parece un ejemplo claro, de entre dónde la película se remueve. El contraste entre ambos títulos, simboliza el mismo contraste tan marcado en el film, convirtiéndose en una mezcla hermosa y trepidante. Tierna y dulce por la relación de los dos actores maravillosos, pero sin embargo cargada de gran violencia. A veces esa violencia no es explícita, y no salta a la vista en pantalla, pero emana de la mirada de Newman, de la fotografía en blanco y negro de la película, que le dió el oscar en 1956, o del montaje feroz, de la misma.

Prefiero sin duda el título original, porque sales con esa sensación después de verla.

Bonita fábula. Bonita Pier Angeli, e inmenso Paul Newman.

El auténtico Rocky murió con 71 años en 1990; tuvo tiempo de ver una nueva versión de esta película y de su personaje en manos de Sylvester Stallone, quien en 1975 hizo de Rocky Balboa un nuevo Rocky Graziano tomando muchos datos de la realidad boxística en general pero vivamente inspirado en este Rocky que hizo historia en el cuadrilátero (ahora se me escapa si lo menciona en su película, pero creo que no).
Esto es cine y lo demás son tonterías.

Tráiler:

Calificación: 3 de 6.

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