lunes, 12 de agosto de 2013

Les saveurs du Palais (La cocinera del presidente) - (2012) - (Director: Christian Vincent)



La cocinera del presidente
Título original : Les saveurs du Palais
Año : 2012.
Duración: 95 min.
País: Francia.
Director : Christian Vincent.
Guión : Etienne Comar, Christian Vincent.
Música : Gabriel Yared.
Fotografía : Laurent Dailland.
Reparto :
Catherine Frot, Jean d'Ormesson, Hippolyte Girardot, Arthur Dupont, Jean-Marc Roulot, Arly Jover, Brice Fournier.
Género: Comedia.
Sinopsis:
En La cocinera del presidente, Catherine Frot interpreta a Hortense Laborie, que organiza las comidas de una base científica en la Antártida. Años antes, entró a trabajar en el Palacio del Elíseo, como cocinera personal del presidente y de sus invitados más íntimos en cenas privadas. Laborie, que no tenía formación culinaria pero había aprendido desde pequeña observando a su abuela y a su madre, se esforzaba por preparar recetas relativamente sencillas rememorando los platos que más gustaban a su familia, a pesar de que apenas podía adivinar si estaba cumpliendo bien su trabajo, ya que su contacto con el mandatario era mínimo. Su abnegada dedicación desató algún caso de celos.

COMENTARIOS:
¿Qué es “La cocinera del presidente”?. Una película basada en la historia de Danièle Mazet-Delpeuch, una mujer que daba cursos de cocina en la región de Périgord y que un buen día se convirtió en la cocinera personal del presidente francés François Miterrand. ¿Cómo llegó a ocupar ese puesto? Según se cuenta en la película, la recomendaron chefs como Joel Robuchon. Miterrand quería alguien que hiciera comida simple y casera, una cocinera que le trajera "lo mejor de Francia", y ella era una crack manejando productos como la trufa, el foie o las setas.

Bueno, ¿vale la pena verla? No es el peliculón que vaya a cambiar tu vida, peca de un exceso de amabilidad y tiene algún momentito un poco moña. Pero pasas un rato agradable viéndola, y más si eres un amante de la buena comida. ¿Sólo eso? También adquieres un poco de culturilla sobre la gastronomía de Francia -el país que inventó la cocina refinada, no lo olvidemos- que nunca viene mal. Incluso puedes inspirarte para hacer algún plato en casa: a mí me han entrado bastantes ganas de probar unas coles rellenas de salmón y una especie de pastel de foie. Sí, pero seguro que nadie comió nada durante el rodaje porque la comida era toda de mentirijillas, como en los anuncios. Pues no. El equipo cocinillas del rodaje estaba compuesto por Gérard Besson y Guy Leguay –dos chef con estrellas Michelin– y Elisabeth Scotto, una estilista gastronómica que suele trabajar en la revista Elle. Las premisas eran sencillas: tenían que crear comida tradicional, bonita y que se pudiera comer de verdad. ¿Desvelan cotilleos de la vida de Mitterrand? No gran cosa, pero sale una historia que –si es verdad– es graciosa: de pequeño le gustaba leer libros de cocina y se aprendía recetas de memoria.

Como ya he dicho, se trata de una biografía. Tiene toques de comedia y drama sin aventurarse demasiado en ninguno de los dos géneros. Tampoco es lo que nos importa aquí. Lo que me interesa esta obra dirigida por Christian Vincent son todos los platos de la cocina tradicional francesa que se muestran en pantalla. Así como todos los trucos de cocina.
Lo interesante, a nivel culinario, es que mientras está en palacio, Daniele Delpeuch se esfuerza en comprar los mejores productos posibles, caseros, tradicionales, cultivados "a mano" para darle el mejor sabor posible. Una vez en la Antartida, con una cocina industrial, y sin acceso a productos frescos recién cosechados, sigue poniendo el mismo empeño a la hora de cocinar para los fatigados miembros de la expedición francesa en el frío polar.

Es quizás la parte de la narración que corresponde al “presente” (puesto que la aventura de Hortense se cuenta a modo de recuerdo, o flashback) en el que ella se encuentra trabajando en un lugar inhóspito, lejos de todo y de todos, la que lastra un tanto la historia por su escaso interés y resulta un tanto “de relleno”.
No obstante, esta peculiar y suculenta historia, es, como los platos que prepara Hortense, fácil de digerir, degustar y disfrutar. Eso sí, a diferencia de ellos, no impresiona ni deja poso en la memoria, entretiene dejando buen sabor de boca pero no resulta inolvidable ni destacable.

Su reivindicación de la cocina tradicional recuerda lejanamente a Ratatouille, el film animado de Pixar. Por lo demás, La cocinera del presidente entretiene y tiene un tono amable. Como era de esperar, Catherine Frot le saca mucha tajada a la protagonista, expresando un mundo de sentimientos a pesar de que no pasa por grandes conflictos dramáticos. Su personaje está sobre todo sugerido, pero se sabe algo de él, lo que no se puede decir del resto de los que están a su alrededor. Por lo demás, el veterano realizador Christian Vincent (La discreta) cumple su cometido, pero quizás le falta intentar volar un poco más alto.

Tráiler:



Calificación: 2 de 6.

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