viernes, 6 de septiembre de 2013

The King's Speech (El discurso del rey) - (2010) - (Director: Tom Hooper)



El discurso del rey

Título original: The King's Speech

Año: 2010

Duración: 118 min.

País: Reino Unido.

Director: Tom Hooper.

Guión: David Seidler.

Música: Alexandre Desplat.

Fotografía: Danny Cohen.

Reparto:

Colin Firth,  Helena Bonham Carter,  Geoffrey Rush,  Michael Gambon,  Guy Pearce,  Timothy Spall,  Derek Jacobi,  Eve Best,  Jennifer Ehle,  Claire Bloom.

Género: Drama Histórico.

Sinopsis:

Década de los 30 del pasado siglo. Reina en Inglaterra Jorge V, y soplan aires de guerra. Su segundo hijo, Albert, padece una pronunciada tartamudez desde que era niño. Los muchos expertos que han tratado de ayudarle con su problema han fracasado. Lo que no tendría demasiada importancia, de no ser por la muerte de su padre y lo poco adecuado que es David, el heredero, para asumir la función de monarca. Los avatares del destino le obligan a llevar la corona... y sus súbditos, en tiempos difíciles, necesitan oír la voz del rey. Un heterodoxo logopeda, el australiano Lionel Logue, podría ser la solución a tan reales dificultades.

Premios:

2010: 4 Oscars: mejor película, director, actor (Colin Firth) y guión. 12 nominaciones.

2010: Globos de Oro: Mejor actor (Firth). 7 nominaciones, incluyendo Mejor película drama.

2010: 7 Premios BAFTA, incluyendo Mejor película y actor (Firth). 14 nominaciones.

2010: Festival de Toronto: Mejor película (Premio del Público).

2010: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Colin Firth).

2010: Independent Spirit Awards: Mejor película extranjera.

2010: Premios David di Donatello: Mejor film de la Unión Europea.

2010: Premios Goya: Mejor película europea.

2010: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actor (Firth). 3 nominaciones.

2011: 3 Premios del Cine Europeo: Mejor actor (Firth), montaje y Premio del público. 5 nom.

2011: Screen Actors Guild: Mejor actor (Firth), mejor reparto. 4 nominaciones.

2011: Premios Cesar: Nominada a Mejor película extranjera.

2011: Premios Gaudí: Mejor película europea

2010: 2 Critics' Choice Awards: Mejor actor y guión original. 11 nominaciones.



COMENTARIOS:

Una trama basada en la relación profesor-alumno, por así decir, es algo muy visto. Caer en el tópico es muy, pero que muy fácil. Porque hay elementos que inevitablemente se repiten, ya sea el choque de caracteres, la no comprensión de lo que el profesor pretende, el no-respeto por las capacidades del alumno, etc. Pero Seidler y Hooper se las arreglan para sortear una y otra vez estas dificultades ascendiendo a cotas de brillantez excepcionales. Un elemento de originalidad lo introduce, obviamente, el hecho de que uno pertenezca a la realeza y el otro sea un plebeyo, y que éste, para aplicar con éxito su método, exija una relación de igualdad, e incluso de amistad. Pero la razón de que esta película sea casi un milagro no estriba sólo en eso, pues hay mil y un detalles, perfectamente cuidados, que contribuyen a reforzar lo que se cuenta.



Centrada en un micromundo de pocos personajes y muy pocos temas, donde abundan los primeros planos que beben del buen hacer de los actores (que se hacen queridos enseguida) y del guión con buenos y elaborados diálogos y algún que otro momento sutilmente conmovedor o sentimental.

La cinta no aburre gracias a un ritmo exquisito, a una realización al servicio de unas actuaciones naturales, cercanas e incluso carismáticas, a un guion que logra exprimir con continuos diálogos y situaciones ingeniosas (que no serían nada sin la buena presencia y recitación de sus intérpretes) una temática muy limitada que se reduce a poco, a una cinematografía de calidad con una fotografía cuidada y elegante (excelente composición de los planos y sus colores) y a una banda sonora hermosa que no es memorable pero que se adecua perfectamente a cada momento.


La película camina a marcha británica: de forma elegante, refinada, estilosa, delicada y cuidada... pero regia, sobria, y sutil. Nos encontramos con unos puntos de humor excelente con cómplices risas (fenomenales los diálogos entre el sencillo, campechano, divertido y humilde logopeda Lionel (estupendo, enternecedor y carismático Rush) y el correcto y educado en el protocolo del Duque/Rey. El contrapunto entre ambos y su choque de personalidades y costumbres mientras van forjando una relación de maestro-pupilo es el punto fuerte del film), no vemos una profundización dramática potente o alguna situación que impacte. Y es que aquí, donde el espectador de sangre latina se espera un fuerte abrazo, se encontrará con un apretón de manos. Ni que decir que la actuación de Colin Firth es simplemente; sublime.



Así, podemos entender de dónde viene la inseguridad de Albert y la confianza de Lionel, aprendemos a conocer y contrastar los respectivos entornos familiares y sus distintas responsabilidades. Y hay escenas redondísimas, que producen emociones genuinas: no quisiéramos hacer el listado de las mismas, pero vale la pena destacar la de la primera consulta de Albert, la que tiene lugar en Westminster cuando ensayan la coronación y, por supuesto, la del climático discurso tras la declaración de guerra.

Es muy inteligente la partitura musical, tanto los temas originales de Alexandre Desplat, como el uso de música clásica, Beethoven y su séptima sinfonía en un momento clave. Y la fotografía, con lentes cortas, y el recurso a picados y contrapicados, resulta muy apropiada para resaltar la soledad de la función real, aunque, paradójicamente, uno se encuentre en buena compañía.



Grandes actuaciones, en donde se demuestra que la sencillez es el truco de hacer una película extraordinaria. Una película para deleitarnos e identificarnos con nuestras luchas día a día tanto internas como extremas.......

Una de las poderosas virtudes que tiene el cine es el de poder contar historias aparentemente nimias, pero que merecen ser conocidas. Es el formato ideal. Si nos cuentan historias con cierta enjundia de forma oral, seguro que quien nos lo cuente olvidará detalles importantes por el esfuerzo de condensarlo todo en un relato digerible a nuestros oídos, y seguro que poco tiempo después olvidaremos gran parte del relato; si, por el contrario tenemos que leer un libro dedicado a la anécdota digna de ser conocida, quizás no tengamos el tiempo suficiente, o lo nuestro no sea leer.



El cine es, repito, el formato ideal. En dos ajustadas horas te poden contar una historia interesante de la que seguro guardarás un recuerdo casi indeleble. Este el caso de “El discurso del Rey” de Tom Hooper. Es el ejemplo más claro de cómo detrás de la Historia con mayúsculas, hay muchas intrahistorias que bien merecen ser contadas. Lo hace, el director, con ritmo y sin pausa, con ese agradable y familiar aroma a cine británico de solvencia y economía en los gestos y en la cámara. Con esto, ya está todo dicho.



Tráiler:


Calificación: 4 de 6.

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