martes, 3 de junio de 2014

The Man With the Golden Arm (El hombre del brazo de oro) - (1955) - (Director: Otto Preminger)



El hombre del brazo de oro

Título original: The Man With the Golden Arm

Año: 1955

Duración: 119 min.

País: Estados Unidos.

Director: Otto Preminger.

Guión: Walter Newmany  Lewis Meltzer (Novela: Nelson Algren)

Música: Elmer Bernstein.

Fotografía: Sam Leavitt.

Reparto:

Frank Sinatra, Eleanor Parker, Kim Novak, Arnold Stang, Darren McGavin, Robert Strauss, John Conte, Doro Merande, George E. Stone, George Mathews, Leonid Kinskey, Emile Meyer.


Género: Drama.

Sinopsis:

Un adicto a la heroina intenta superar su dependencia de la droga. Pero choca contra su entorno, lleno de violencia, por lo que cada vez, su situación es más desesperada.
A partir de la novela de Nelson Algren, el director de origen alemán Otto Preminger (Anatomía de un asesinato, Laura) se atrevió a plantear en Hollywood uno de los temas tabú de la sociedad americana: la drogadicción. A pesar de lo arriesgado de la propuesta, y de un diseño de producción un tanto limitado, la película fue un gran éxito y ofrece una de las mejores interpretaciones de Frank Sinatra.





Premios:

1955: 3 nominaciones al Oscar: Actor (Sinatra), direcc. artíst.

1955: National Board of Review: Mejor película.

1955: Círculo de críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actor (Frank Sinatra).

1956: BAFTA: Nominada a mejor película y actor extranjero (Frank Sinatra).


COMENTARIOS:

Primer largometraje de Hollywood sobre el problema de la droga, realizado por Otto Preminger (“Laura”, 1944). El guión, de Walter Newman, Lewis Meltzer y Ben Hetch (no acreditado), adapta la novela “The Man with the Golden Arm” (1949), de Nelson Algren (1909-81). Se rueda íntegramente en estudio, en un decorado de sólo 8 escenarios (sala de fiestas, escalera y vivienda del protagonista, vivienda de Molly, bar, calle, apartamento del traficante y tugurio de juego), con escaso presupuesto. Es nominado a 3 Oscar (actor, decorados en B/N y música). Producido por Otto Preminger para Carlyle/UA, se proyecta por primera vez en público, en sesión de preestreno, el 14-XII-1955 (EEUU).





La acción dramática tiene lugar en un barrio marginal de Chicago (Illinois), a lo largo de unas 2 semanas de la primavera de 1955. Frankie Machine (Sinatra), apodado “el hombre del brazo de oro”, de 30 y pocos años, casado con Sofía “Zosh” (Parker), de 25 años, llega a su casa después de 6 meses de privación de libertad, que ha pasado en un centro de rehabilitación de toxicómanos. Ha superado la adicción a la heroína, ha aprendido a tocar la batería y es portador de una carta de recomendación del médico para que un amigo le presente al director de una orquesta de jazz. Lleva consigo un regalo de sus compañeros del centro: el tambor de una batería, símbolo de su felicidad futura, de su ilusión presente y del proyecto de ganarse la vida como músico. Frankie era el mejor jugador de cartas del barrio y trabajaba como jugador a comisión en las partidas clandestinas de póquer de Zero Schwiefke (Strauss). Zosh, que lleva 3 años en silla de ruedas, es una persona amargada, frustrada, caprichosa, dominante y desequilibrada. La vecina Molly (Novak), chica de alterne de una sala de fiestas de “strippers”, es comprensiva, afectuosa, sensual y atractiva.





El film suma drama, crítica social y drogas. Analiza de modo minucioso y realista la angustia del toxicómano, la dependencia de la droga, el sufrimiento y las crisis asociadas al síndrome de abstinencia. Crea imágenes poderosas que explican la administración de la heroína y el calvario del drogadicto. Con acierto expone el peso del entorno en los toxicómanos: falta de trabajo estable, desestructuración familiar, frustraciones personales, presión de los traficantes, etc. Añade la consideración de factores ambientales, como los de un barrio en el que abundan el alcoholismo, el paro, la prostitución, la marginación, la criminalidad, el chantaje, la miseria y el juego.

Sin palabras se pone de manifiesto la necesidad de incorporar la familia a los procesos de rehabilitación, el tutelaje profesional de los ex toxicómanos durante su reinserción, la ayuda en la búsqueda de trabajo y en la preparación para su desempeño, las necesidades de comprensión y cariño y su tratamiento como personas enfermas, evitando siempre su criminalización.





Para menoscabar la categoría artística de Preminger, Cukor decía de él que era “un hombre de negocios muy hábil y perspicaz”.

Preminger creó en 1953 una productora para, además de dirigir sus películas, sacarlas adelante. Prueba de su independencia es que cuando filmó “El hombre del brazo de oro” se saltó el Código Hays, censura sobre temas como el adulterio, las axilas pilosas o el ombligo. También las drogas, lacra asociada a las escabrosas cloacas de la sociedad.

Al contar la historia del heroinómano Frankie Machine, quien regresa al barrio de Chicago tras una rehabilitación, Preminger aplica un enfoque muy distinto del oficial: presenta la adicción como proceso patológico derivado de la debilidad de carácter y de la presión de factores ambientales.





En el desarrollo de la historia Preminger pone en juego su experiencia teatral y cuaja una puesta en escena magnífica, aprovechando con travellings aéreos y largos planos-secuencia los decorados, de donde la acción no sale, y logrando compacta unidad dramática.

Contribuyen tanto la convincente interpretación de Sinatra, que da bien todos los registros de su personaje, expuesto a oscilaciones límite, como la presencia enérgica de Kim Novak, mucho más que un rostro atractivo.

La narración, que de dichos elementos hace un manejo ágil e interesante, moviendo a buen ritmo los dilemas de los personajes, acusa en el desenlace algunas simplificaciones, tal vez porque en realidad lo prioritario para Preminger era mostrar lo hasta entonces inédito en pantalla: la crudeza de los síndromes, la inexorable fisicidad de la dependencia, o la figura vil del traficante, para quien el adicto es una mercancía con brazos.





Y si Preminger pudo hacerlo, aunque a Cukor pareciera fastidiarle, fue por su probada independencia y porque tuvo el arrojo de saltarse la censura.
Y de jugarse su dinero en un proyecto en el que creía.

Película completa:




Calificación: 4 de 6.

No hay comentarios:

Publicar un comentario