martes, 1 de julio de 2014

Kuma (La segunda mujer) - (2012) - (Director: Umut Dag)



La segunda mujer

Título original: Kuma

Año: 2012

Duración: 93 min.

País: Austria.

Director: Umut Dag.

Guión: Petra Ladinigg (Historia: Umut Dag).

Música: Iva Zabkar.

Fotografía: Carsten Thiele.

Reparto:

Nihal G. Koldas, Begüm Akkaya, Vedat Erincin, Murathan Muslu.

Género: Drama

Sinopsis:

Cuando Ayse celebra su boda en el pueblo en el que vive, todos creen que se ha casado con Hasan, un guapo joven poco mayor que ella. Pero en realidad Ayse abandona Turquía para convertirse en la segunda esposa de Mustafá, el padre de Hasan. Al llegar a su nuevo hogar en Viena algunos de los hijos mayores le dan la espalda pero Fatma, la primera esposa de Mustafá la acoge como una buena sucesora que atenderá y cuidará la familia cuando ella no esté. Las dos mujeres inician una amistad muy especial basada en la confianza total. Pero esta relación se verá cuestionada cuando la familia tenga que enfrentarse a un difícil golpe del destino. LA SEGUNDA ESPOSA es la historia de la relación entre ambas y de los conflictos que surgen cuando Ayse traspasa los límites que Fatma siempre había valorado.


COMENTARIOS:



La familia de la joven e inexperta Ayse, que vive en Turquía, concierta supuestamente su boda con el joven Hasan, residente en Viena con el resto de su familia. Pero en realidad la idea es que Ayse se convierta en esposa del padre de Hasan, Mustafá, ya que su esposa Fatma está gravemente enferma. Tal arreglo no convence a casi nadie del clan, y menos aún, cuando el que muere antes no es Fatma, sino Mustafá.

Debut en la dirección de largometrajes de Umut Dag, La segunda mujer es un film de nacionalidad austríaca, y de hecho la mirada de la película se diría más occidental que turca, a pesar de los orígenes kurdos del director y de los temas tratados. Pues el film quiere jugar a la ambigüedad para criticar la visión de la familia en un entorno cultural islámico, tachándola de hipócrita e intolerante, cruzándola con algunos temas muy en boga en el cine europeo actual, como el de la homosexualidad.
Umut Dag, cuenta una historia que bebe de la religión, la tradición y las raíces de su origen. La película de “La segunda mujer” es posible debido a la sensibilidad del realizador para crear una historia que en la actual cultura occidental pasaría totalmente desapercibida, llegando incluso a creerse imposible. Las leyes europeas prohíben la poligamia pero la realidad es que esta antigua tradición, apoyada por la religión, sigue sucediendo.




La primera secuencia de La segunda mujer muestra una típica ceremonia de boda en un pueblecito de la comunidad kurda de Turquía. Pero la verdadera parte antropológica de la película comienza después, en la casa vienesa en donde vivirán juntos los desposados (que no son los que parecían al principio) y el resto de la familia, siempre numerosa como suelen ser las de los inmigrantes ya establecidos. Es a partir de entonces cuando se desvela gradualmente el sistema de alianzas, secretos y tabúes, más vigentes en este tipo de familia que en el más «desestructurado» modelo europeo.

El director Umut Dag, criado en una familia kurda afincada en Viena, sabe de lo que habla y así sentimos el raro privilegio de asomarnos a lo que normalmente sería una casa cerrada para un occidental. Dag fue también discípulo de Haneke pero no ha heredado su gusto por el escalpelo: su mirada prefiere recalar del lado del humanismo («todos tienen sus razones», que diría Renoir) y de la observación discreta de sus personajes.

La película de Dag no está exenta de interés, sobre todo en el retrato de los personajes femeninos, y en la relación especial entre las dos esposas –buenas actrices, Begüm Akkaya y Nihal G. Koldas–, casi maternofilial, que es repentinamente puesta a prueba.

Una gran obediencia se desprende de esta historia desgarradora, expresión máxima de una crueldad encubierta que ofende y asombra amargamente, de una increíble sumisión a cualquier acto de voluntad propia; elegida y destinada por acatamiento no personal, a las órdenes de testigos mudos que profesan el mayor desprecio, rechazo inimaginable con una calma, aceptación sorprendente que te deja tan paralizado y expectante como le ocurre a la propia protagonista. Cuando los planes previstos, a expensas de cualquier consentimiento ajeno, se vuelven en contra de uno mismo; estrenada cárcel que ocupa su propio creador, una búsqueda desesperada de algo de cariño y comprensión, la negada aceptación de una voluntad anulada cuyas formas educadas esconden un contenido atroz, de una humillación desproporcionada.



Conmoción sensible y perturbadora exhibición de silenciosas emociones que van calando tanto en nuestra joven beneficiada como en el mismo espectador, a un precio tan doloroso, horrible y feroz que resulta imposible circular por esta travesía sin implicación o complicidad alguna. Aquello que no se dice, lo nunca expresado es la esencia de este emotivo y delicado relato, muestra de gran angustia y desesperación y de un aceptado maltrato psicológico impactante. Una pasmada aflicción, rebelión nunca del todo confirmada anta tanta agonía y dolor, donde serás capturado por un director que, con gran arte y acierto, muestra una lastimosa vida de un ser anónimo que, lenta y milagrosamente, va ocupando un pequeño lugar elegido por ella, siendo capaz de encontrar algo de luz entre tanta oscuridad. Sólo cabe callar, mirar y sentir la película en toda su intensidad!!!



Para finalizar, me viene a la memoria la cita de la escritora islámica Ayaan Hirsi Ali que resume, mejor que nadie, esta amargura contenida: “la única esperanza verdadera para los musulmanes reside en que practiquen la autocrítica y que pongan a prueba los valores morales recogidos en el Corán; solo así podrán romper la jaula en la que están encerradas sus mujeres, y por añadidura ellos mismos”.

Tráiler:


Calificación: 4 de 6.
 

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