martes, 3 de marzo de 2015

The Beguiled (El seductor) - (1971) - (Director: Don Siegel)



El seductor

Título original: The Beguiled

Año: 1971

Duración: 109 min.

País: Estados Unidos.

Director: Don Siegel.

Guión: John B. Sherry & Grimes Grice (Novela: Thomas Cullinan)

Música: Lalo Schifrin.

Fotografía: Bruce Surtees.

Reparto:

Clint Eastwood, Geraldine Page, Elizabeth Hartman, Jo Ann Harris, Darleen Carr, Mae Mercer, Pamelyn Ferdin, Melody Thomas, Peggy Drier.

Género: Drama.

Sinopsis:

La guerra de secesión. Un internado de señoritas en el Sur, en medio del campo. Amy, una de las chicas más jóvenes de la residencia, encuentra a un soldado de la Unión malherido (Clint Eastwood, bien en su habitual laconismo). El cabo McB será acogido por Martha (Geraldine Page), la directora de la escuela, que decide no dar noticias del refugiado a las patrullas sureñas, en principio movida por la compasión, pues lo más probable es que sin la atención debida el refugiado muera. En realidad, podría haber otras razones soterradas. En efecto, tanto ella, como la otra profesora, y alguna de las pupilas, se sienten atraídas por el recién llegado. Unas desde su puritanismo que no se atreve a reconocer los deseos lujuriosos, otra desde el descaro, y una pequeña desde la más inocente ingenuidad. La esclava negra es la más pragmática, acostumbrada a una vida donde la injusticia es moneda corriente. En esta tesitura McB es un sinvergüenza mentiroso, que logrará camelarse a unas y otras diciéndoles lo que desean oír.





COMENTARIOS:

Extrañísima película que no es un western ni siquiera una película sobre la Guerra de Secesión pese a estar ambientada en esas fechas. Es una cinta enfermiza, casi de terror psicológico y morbosa pero en un escenario no muy habitual para este tipo de temas. Eastwood y La guerra civil americana no parecen encajar mucho con un colegio de señoritas sureñas, la represión sexual, la religión y la disciplina inflexible. Acaba pasando lo que imagináis y los deseos contenidos se desbocan a la misma velocidad que los celos, tremendamente oscura, la más claustrofóbica e inquietante que he visto. Incluso hoy en día resulta rara, y eso que es del 70. Terror psicológico del bueno.




Siegel demuestra que es un gran director, y es sin duda el que más influyó a Eastwood para ser el gran director que es hoy.

Un desertor de la guerra civil americana (inmenso Eastwood) acaba en una casa donde viven solamente mujeres, las cuales deciden ocultarlo durante un tiempo hasta que se cure. Y claro, el bueno de Clint lanza sonrisas seductoras al tiempo que piensa que ni en sus onanismos más optimistas se habría visto en una así.

Estas mujeres tienen personalidades muy distintas: la estrecha, la loba, la inocente... pero todas guapísimas y con la líbido subida, tal es la locura de Siegel que incluso en la niña encontramos una perversa sexualidad.




A partir de aquí vemos las consecuencias de la religión a la hora de reprimir la sexualidad, de cómo los instintos naturales afloran irremediablemente seas quien seas, de cómo la naturaleza salvaje del hombre acaba explotando.

La realización de Siegel refuerza ese tono de suspense, crispación y sexualidad contenida y malsana. Siempre se ha dicho que Siegel era de los mejores artesanos (no autores) del cine. Quizás debido a que empleaba perfectamente los recursos técnicos, visuales y narrativos pero sin abordar proyectos auténticamente personales que le permitieran dejar su impronta como autor. Esta película es distinta, en ella Siegel trató de ir más allá, trató de hacer “su” película, consiguiendo una auténtica rareza pero muy interesante, una peli que te devuelve la confianza en encontrar, de vez en cuando, películas singulares, con defectos pero tan seductoras como el soldado herido de esta cinta.




Una película inclasificable de Don Siegel, producida por Malpaso. Adapta una novela de Thomas Cullinan, que a pesar de la ambientación no es un western ni un film bélico. Es casi una especie de cuento cruel, lo que ya se apunta desde las imágenes de arranque, cuando del sepia típico de las fotografías antiguas se pasa a la niña con la cestita en el verde bosque, que encuentra al soldado yanqui, una especie de versión revisada de caperucita roja y el lobo. Aquí las mujeres demostrarían más crueldad, autoengaño y afán de venganza que inocencia virginal, y la ferocidad lobuna del enemigo no sería tan grande como la pintan, frente a la indiferencia de las mujeres que pasan página a su aventura con increíble frialdad.





Espero que se reivindique esta película como la gran obra que es, y sobre todo por visionaria, pues muchas de las películas que hoy van de rompedoras beben clarisimamente de ésta.


Trailer:



Calificación: 5 de 6.

2 comentarios:

  1. Efectivamente, es una película extraña e inquietante, porque el drama es colateral a un drama mayor que es la Guerra de Secesión; e inquietante porque los sucesos, si bien podrían desembocar en un final apacible, derivan hacia la fatalidad. Esta misma fatalidad se torna paradójica: el soldado muere entre sus hospitalarias auxiliadoras. Es cierto, que se trata de un drama de terror psicológico. Sin duda, las mujeres crean la situación de rivalidad sexual donde el soldado es el seducido (luego el hombre juega sus cartas intentando salir airoso de los celos). El soldado se convierte en un convaleciente prisionero sofocado por la imperiosa solicitud de las mujeres. Una de las cosas que más me ha gustado, es la ambientación. Pocas películas han mostrado una mansión tan cual con su mobiliario original, la pintura de las puertas, la bodega, la cocina, etc. El enorme jardín con un unos árboles imponentes y la cancela de hierro de entrada te retrotrae a finales del siglo XIX. Incluso la manera en que las mujeres cosen la tela como mortaja es fidedigna de la época. Una película impresionante. Saludos.

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    1. Magnífico comentario el suyo. Muchas gracias y un saludo.

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