viernes, 1 de enero de 2016

45 Years (45 años) - (2015) - (Director: Andrew Haigh)




45 años


Título original: 45 Years


Año: 2015


Duración: 93 min.


País: Reino Unido.


Director: Andrew Haigh.


Guión: Andrew Haigh (Relato: David Constantine)


Fotografía: Lol Crawley.


Reparto: 


Charlotte Rampling, Tom Courtenay, Geraldine James, Dolly Wells, David Sibley, Sam Alexander, Richard Cunningham, Rufus Wright, Hannah Chalmers, Camille Ucan.


Género: Drama.


Sinopsis:


Solo falta una semana para que Kate y Geoff Mercer celebren el 45 aniversario de su boda. Tienen pensado dar una fiesta y los preparativos van viento en popa. Entonces, Geoff recibe una carta comunicándole que ha sido descubierto el cuerpo de su primer amor, congelado e intacto en un glaciar de los Alpes suizos. Cinco días después, cuando llega el día de la fiesta, puede que ya no quede nada que celebrar.




Premios:


2015: Festival de Berlín: Mejor actor (Courtenay) y actriz (Rampling)


2015: Premios del Cine Europeo: Mejor actriz (Charlotte Rampling)


2015: Festival Internacional de Valladolid - Seminci: Mejor actriz (Charlotte Rampling)


2015: National Board of Review (NBR): Mejores películas independientes del año.


2015: Críticos de Los Angeles: Mejor actriz (Charlotte Rampling)


2015: Satellite Awards: Nominada a Mejor actriz (Charlotte Rampling)


2015: Critics Choice Awards: Nominada a Mejor actriz (Charlotte Rampling)


2015: Festival de Edinburgo: Mejor film británico, mejor interpretación (Rampling).


2015: Women Film Critics Circle Awards: Ganadores Tom Courtenay y Charlotte Rampling.
Best Screen Couple.






COMENTARIOS:



Su director Andrew Haigh comenta: "Solo falta una semana para que Kate y Geoff Mercer celebren el 45 aniversario de su boda. Tienen pensado dar una fiesta y los preparativos van viento en popa. Entonces, Geoff recibe una carta comunicándole que ha sido descubierto el cuerpo de su primer amor, congelado e intacto en un glaciar de los Alpes suizos. Cinco días después, cuando llega el día de la fiesta, puede que ya no quede nada que celebrar."

"En la esfera del amor romántico, la longevidad suele alabarse como un logro. Regularmente se publican pequeñas noticias de uniones que han sobrevivido a muchas décadas y nunca dejan de atraer efusivos comentarios sobre lo delicioso, maravilloso e inspirador que es el amor duradero. ¿Estas parejas escogieron mejor desde un principio, supieron amar mejor si las comparamos a las que se separan antes? ¿O puede ser que escondieran sus problemas más profundamente y supieran evitar las minas emocionales que pueden estallar inesperadamente incluso en la pareja aparentemente más unida? ¿Se incrementa la intimidad con el tiempo? ¿Puede que se rompa de golpe o se erosione lentamente? "


Kate y Geoff Mercer son un matrimonio septuagenario, sin hijos. Viven una existencia tranquila, feliz, en un chalet a las afueras de un pueblo. Se disponen a celebrar una fiesta por el 45 aniversario de su boda, a la que invitarán a los amigos más queridos. Pero cinco días antes Geoff recibe una carta que le desestabiliza emocionalmente: una antigua novia que murió en la montaña antes de que él y Kate se conocieran, ha sido encontrada congelada en el hielo, intacta, en Suiza.

Basada en el cuento corto de David Constantine 'In another country', la película cuenta, sin grandes alardes, con claridad, a describir y medir el tamaño exacto de un desastre eterno. La cámara, siempre a la altura de los ojos, sigue de forma pautada cada respiración, cada caricia, cada amenaza. Decía Haneke, y lo afirmaba con Ingmar Bergman como referencia, que lo que distingue a una obra maestra es que es capaz de explicar "el argumento más complicado desde la más absoluta simplicidad".





Y así es. Haigh se las ingenia con una honestidad y gran sensibilidad para componer un drama sin drama; un drama en que cada plano es filmado de una forma tan sincera y con tanto detalle que permite ir más allá de la superficie para, con toda la sencillez del mundo, alcanzar lo más hondo. También decía Haneke, ya que estamos, que "el miedo es un motor cultural. Si fuéramos felices no necesitaríamos del arte. Simplemente, caminaríamos en el paraíso. Sin miedo, no podríamos hacer películas".




Tras dos filmes anteriores de temática gay, el guionista y director británico Andrew Haigh (Weekend) cambia de registro y sorprende con este cuidado drama intimista, donde se muestra tremendamente hábil para introducir cuestiones de calado: ¿Es posible la comunión real de corazones, el amor conyugal perfecto? ¿La fidelidad es cosa del tiempo, o tiene que ver más con la interioridad, con la pureza del corazón, con la entrega de la intimidad?.





Filmada con elegancia, el gran mérito de Haigh en 45 años es desarrollar con enorme sutileza el impacto de la noticia, de modo que es con el paso de los días, de las reflexiones, de los detalles que se precipitan, cuando las proporciones del acontecimiento empiezan a ser alarmantes. Los preparativos de la fiesta siguen adelante, las rutinas continúan pero el corazón de la protagonista siente poco a poco que algo empieza a ocupar demasiado espacio, como una marea que su mente no puede parar y que le genera cada vez más dudas, le pide más certezas, más respuestas. La amenaza de emborronar medio siglo de convivencia empieza a impregnar cada momento, cada gesto, cada mirada.





Está bien retratada la vida jubilada de un acomodado matrimonio septuagenario. Kate pasea al perro, hace voluntariado, ambos van al pueblo, se ríen, conversan, se miran y se dejan su espacio. Es cierto que también se olfatea una leve distancia, algo que no sabe si es fruto de la flema y el individualismo británico o consecuencia de la enfermedad padecida por Geoff, e incluso puede que el director buscara con ello a conciencia contar la realidad de esas dos almas, como si esa falla interior fuera tan solo la punta de un enorme iceberg. ¿No es toda la película una metáfora sobre la incapacidad de comunión conyugal?. (decine21)




Pero también tiene una especie de hormigueo interior, como una película de terror en la que los fantasmas aparecen o uno de los cónyuges va loco con un cuchillo de cocina. Evidentemente nada de eso sucede. Pero cuando Kate sube las escaleras para ir al desván, el perro ladra furiosamente, como  advirtiendola de no seguir adelante. El comportamiento de Geoff (Courtenay) hace que te preguntes si todo lo tiene calculado y estuviera usando su edad y enfermedad como una máscara para mantener escondidos sus verdaderos sentimientos.

La escena final del baile de aniversario, con la canción de los Platters (El humo ciega tus ojos), no puede ser mas dramática y ambivalente. En esta escena, juega un papel fundamental la impresionante mirada de Charlotte Rampling. Su mirada muestra su estado de ánimo, puedes leer su pensamiento.





Los dos actores principales están soberbios, y han ganado merecidos premios por su interpretación. Charlotte Rampling está sencillamente inconmensurable, inmensa, con ver su mirada ya te lo dice todo y sin lugar a dudas en el mejor papel de su vida, Tom Courtenay está sublime y es que este actor no interpreta, sencillamente se mete dentro del personaje y se transforma en él, el gran mérito de un actor consiste en “que no se note que está interpretando” y esto Courtenay siempre lo ha hecho muy bien: “La soledad del corredor de fondo”, “Billy Liar”, “Doctor Zhivago”, “King and Country”,  “The Dresser”, “El cuarteto”,etc. etc.





En resumen, Andrew Haigh nos lo cuenta todo con sensibilidad, con sutilidad, sin subrayados. Película que invita a reflexionar sobre el amor, la convivencia matrimonial y la intimidad del corazón humano, no es tanto la vejez lo que se debate en '45 años' sino el amor azotado por el tiempo, que es lo mismo que el amor moldeado por el silencio.


Obra maestra.



Trailer:









Calificación: 6 de 6.

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