lunes, 9 de diciembre de 2013

Apocalypse Now (Apocalypse Now) - (1979) - (Director: Francis Ford Coppola)



Apocalypse Now

Título original: Apocalypse Now

Año: 1979

Duración: 153 min.

País: Estados Unidos.

Director: Francis Ford Coppola.

Guión: John Milius, Francis Ford Coppola según  novela de Joseph Conrad.

Música: Carmine Coppola.

Fotografía: Vittorio Storaro.

Reparto:

Martin Sheen, Marlon Brando, Robert Duvall, Laurence Fishburne, Frederic Forrest, Sam Bottoms, Albert Hall, Dennis Hopper, Harrison Ford, G.D Spradlin, Christian Marquand, Aurore Clément, Scott Glenn, Colleen Camp, Francis Ford Coppola.

Género: Bélica.

Sinopsis:

El Capitán Willard es un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense al que se le ha encomendado en Camboya la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se ha vuelto loco. En el corazón de la selva, en un campamento sembrado de cabezas cortadas y cadáveres putrefactos, la enorme y enigmática figura de Kurtz reina como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Montagnard, que le adoran como a un dios.

Premios:

1979: 2 Oscars: Mejor fotografía, sonido. 8 nominaciones.

1979: Festival de Cannes: Palma de Oro (ex aequo con "El tambor de Hojalata").

1979: Premios David di Donatello: Mejor director extranjero.

1979: 3 Globos de Oro: Director, Actor Sec. (Duvall), Banda Sonora.

COMENTARIOS:

La idea del film surgió de John Milius, al que ayudó George Lucas en un primer tratamiento. Pero cuando Coppola asumió la historia, le dio un vuelco decisivo: no sería un título bélico al uso, sino una meditación sobre la degradación del espíritu humano. Tomar como columna vertebral “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad, ayudó a dar carta de naturaleza a estas intenciones. En el libro de Conrad, el protagonista inicia un largo viaje a un África ignota, para aclarar el modo en que Kurtz explota una mina de diamantes. La búsqueda, el encuentro, el intento de comprender las motivaciones del otro, serían los mimbres con que Coppola confeccionaría su personal cesto acerca de las luces y sombras del espíritu humano.

Resulta reduccionista decir que Apocalypse Now es una película sobre Vietnam. Va más allá: podría ser cualquier guerra, y podría no hablar de guerra alguna. Habla de actos humanos y sus consecuencias. De la posibilidad de hacer el bien y el mal. De las dudas y la tendencia a juzgar al otro. Coppola lo explicó con claridad: “Quería hacer un film sobre las grandes cuestiones planteadas por esta guerra (…), cuestiones vastas, filosóficas. Como el concepto de moral, del bien y del mal, que uno encuentra cada vez que trata un tema donde hay gente que cree ser muy buena, muy moral, y que hacen cosas que parece que están muy mal.”

El inicio, eso sí, impactante; La música, perfectamente seleccionada para secuencias concretas (The End de los Doors; la cabalgata de las Walkirias); el reparto, sobrecogedor; la fotografía, sublime. Sensacional por lo tanto en casi todo salvo en el detalle apuntado; quizá muchos piensen que una película como esta, podría haberse condensado en un metraje menor, evitando así que al espectador le merodee el aburrimiento.

Las escenas de guerra son sensacionales, me ponen los pelos de punta: el avence de los helicópteros con Wagner de fondo, la escena en la disparan contra aquella barcaza... Los gritos de los soldados, representando el dolor y la rabia que tienen dentro...

No obstante, y muy probablemente por otro lado, quizá este ritmo pausado, se debe a que el director no trata de llevar a cabo una película bélica propiamente dicha, llena de acción, destrucción y masacre, sino que trata de hacer ver, en lapsos temporales largos, la delicada situación emocional que puede llegar a alcanzar un combatiente en una confrontación sin lógica alguna.

La magistral interpretación de Marlon Brando le da un tono especial a su personaje el Coronel Kurtz. Su interpretación corta pero intensa, actúa como gran final para la película.

No puedo terminar esta crítica sin hablar de Robert Duvall. Su trabajo es tan profundo que consigue un de los mejore personajes de la película, y cuando termina su intervención te quedas con ganas de más.

En definitiva, a pesar que al film le sobran algunos minutos y no me refiero precisamente a las escenas añadidas en la versión del 2002, las cuales dan profundidad y contenido al film, es un gran alegato antibelicista   que nos muestra el nihilismo más absoluto del ser humano ante situaciones que le superan, física y emocionalmente; crítica devastadora planteada desde una intimista y personal concepción de la guerra, incomprensible solución a los problemas de una nación, generadores de otros mucho más graves y prolongados. Absolutamente extraordinaria.

El metraje adicional

Cuando Coppola estrenó su film en 1979, bastantes metros de película quedaron fuera. Era impensable estrenar un film algo extraño de más de tres horas, cara a su explotación comercial. Pero la versión 'redux' (o sea, reconducida) incorpora escenas que ayudan a entender mejor el film: lo más llamativo es la parte de la plantación francesa, que recuerda la época colonial, y la decadencia de unas personas que se niegan a aceptar la desaparición de su estilo de vida; la reaparición de las chicas Playboy en medio de las lluvias torrenciales, con el uso y abuso de las mismas, que muestra de modo terrorífico los extremos de degradación a los que puede llegar el ser humano; y más metraje en el río y de Kurtz.

El horror

Las escenas en que el coronel Kurtz, un magnífico y espectral Marlon Brando, trata de justificar sus acciones en Vietnam, son impresionantes. Como iluminado, dice, entre otras cosas: “Es el juicio el que nos derrota. Me preocupa que mi hijo no comprenda lo que he tratado de ser, y si me matan, Willard, me gustaría contar con alguien que fuera a mi casa y le explicara todo a mi hijo... Lo que hice. Lo que vio. Porque nada hay que deteste más que la peste de las mentiras.”



Tráiler:






Calificación: 5 de 6.


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