jueves, 10 de septiembre de 2015

Cine socio-político Español - (1ª parte) - (1950/1975)



CINE SOCIO-POLÍTICO ESPAÑOL 

1ª PARTE (1950/1975)



Índice:

1940 - Introducción.
1950 - Algo se mueve. Las conversaciones de Salamanca. Bardem y Berlanga.
1960 - Escuela Oficial de Cinematografía. Saura y “La caza”.
1970 - Erice y “El espíritu de la colmena”.




Introducción


El país comienza su reconstrucción aislado del resto del mundo, que no acepta una dictadura. La vida en estos años de la inmediata posguerra en la que los vencedores asientan su predominio con medidas políticas y de represión, es muy dura. El nuevo gobierno, que convierte a esta industria en un puntal de apoyo al régimen, adopta dos tipos de control sobre el mundo cinematográfico: la represión, a través de la censura, y la protección económica, lo que convierte a la cinematografía española en dependiente de las ayudas del gobierno. Sólo pueden hacer cine los directores adscritos a la ideología del régimen.

El cine español de estos años se caracteriza por la defensa de los valores del regimen: apología de la raza, de la patria, del caudillaje, de la familia, de la tradición religiosa y moral. Se evitan los temas relacionados con la guerra y los temas políticos. Nace un cine evasivo, alejado de la realidad social de la posguerra: se fomenta el cosmopolitismo, los ambientes de “teléfonos blancos” y la comedia con cierto sabor americano.





Toda la producción parece cortada por el mismo patrón. Los géneros que predominan son el cine histórico, adaptaciones de textos literarios, cine folclórico y populista (zarzuelas y españoladas) y un cine cosmopolita del que participan casi todos los directores; y la comedia, el género más frecuentado. Nombres de la etapa anterior (Florián Rey, que hace cine costumbrista y religioso), y otros como José Luis Sáenz de Heredia, Luis Marquina, Rafael Gil o Juan de Orduña son los protagonistas del cine de los 40. La voz más original es la de Edgar Neville (La torre de los siete jorobados, 1944; La vida en un hilo, 1945), que intenta realizar un cine distinto que no llega a tener éxito. En el contexto político y económico de la España de la posguerra el cine fue el principal factor de evasión de la realidad, lo que hizo que el público acudiera masivamente a los cines. A ello contribuyeron también las estrellas del cine español de la época: Amparo Rivelles y Alfredo Mayo.



1950 

Algo se mueve. 

Las conversaciones de Salamanca. 


Bardem y Berlanga.


En estos años se produce un crecimiento económico que acarrea nuevos problemas, el más importante de los cuales es la emigración: masas rurales se desplazan a las grandes ciudades que no están preparadas para ese éxodo, donde se encuentran con escasez de infraestructuras urbanas y educativas, y tienen que afrontar la readaptación social y psicológica a un nuevo ambiente traumático.

Se produce la primera escalada de contestación obrera y universitaria contra el franquismo. En la universidad se forma un foco conflictivo de donde surge la disidencia intelectual, cultural y política. Se constituye una cultura de la disidencia en la producción literaria, artística y cinematográfica que se aproxima al realismo y se abre a las tendencias internacionales del momento. La censura sigue funcionando activamente, y la iglesia suministra las bases morales.

Sigue siendo un período de penuria, sufrimiento y esfuerzo callado, controlado por la tendencia paternalista del régimen. Todo esto se recoge en las películas. El cine oficial sigue anclado en los viejos esquemas del cine patriótico, sin faltar la temática religiosa y folklórica. Se pone también de moda el cine policíaco.



"Apartado de correos 1001"

Hay que apuntar (por su rareza en el cine español y por su resultado) dos policíacas como "Brigada criminal" (1950) de Ignacio F. Iquino y "Apartado de correos 1001" (1950) de Julio Salvador y también títulos como; "Cielo negro" y “Condenados”, dos obras dramáticas del talentoso pero al final ampuloso Manuel Mur Orti.

Surge un movimiento realista que destaca por la sinceridad de sus imágenes y por un acercamiento a la realidad del momento, lo que las acerca a la crítica social, siguiendo las premisas del neorrealismo italiano. Una de las grandes películas de esta tendencia es Surcos (1951), de Nieves Conde, que muestra una dura visión del éxodo rural de los años 50 a través de una familia de campesinos que emigra a Madrid huyendo de una vida de miseria en el campo. Tuvo problemas de censura, porque reflejaba de manera realista la situación de la época. También merecen mención “Sierra maldita” (1955) de Antonio del Amo y “Amanecer en puerta oscura” (1957) de José Mª Forqué.





En 1952 se produce un hecho fundamental en el cine español, la aparición de Bardem y Berlanga. El cine español recibe el reconocimiento internacional con “Bienvenido Mr. Marshall”(1952), un clásico lleno de subversión, frescura, ironía y lucidez dirigido por Berlanga, también autor de “Novio a la vista”(1954), “Calabuch”(1956), y “Los jueves milagro”(1957) en las que critica a través del humor la España de la época. Juan Antonio Bardem opta por un estilo mas dramático y realiza “Cómicos”(1954), “Muerte de un ciclista”(1955), película en la que el sentimiento y la ideología van cogidos de la mano. Bardem dirigiría poco después otros clásicos del cine español: “Calle Mayor”(1956) y "Nunca pasa nada" (1963). Estas películas de Berlanga y Bardem, que codirigieron “Esa pareja feliz”(1951), son auténticos monumentos del cine español, llenos de ingenio y humanidad.




"Garcia Berlanga"


También son importantes títulos de gran valor, auténticas obras maestras del cine español, Los chicos (1959) "El pisito" (1959) y “El cochecito”(1960) del italiano Marco Ferreri.

Pero estas aportaciones tuvieron que encontrar un hueco en la programación de las salas españolas que a lo largo de los años cincuenta se vieron invadidas por películas de tono religioso como La señora de Fátima (1951) y La guerra de Dios (1953), ambas de Rafael Gil, y Marcelino pan y vino (1954), de Ladislao Vajda; películas de folklorismo simple pero atractivo para muchos espectadores, historias que se apoyaban en las figuras de Antonio Molina (El pescador de coplas, 1953; Esa voz es una mina, 1955), Lola Flores (La niña de la venta, 1950; Morena clara, 1954; La faraona, 1955) y Carmen Sevilla (La hermana San Sulpicio, 1952), además de Joselito, un ruiseñor que cantó en todas sus películas a la sombra de Cesáreo González, y Sara Montiel que se incorporó al cine español con El último cuplé (1957), un resonante éxito dirigido por Juan de Orduña.



El gran Pepe Isbert en "El cochecito"

Estos años estuvieron marcados por el encuentro entre dos generaciones de cineastas. Los que llevaban años trabajando y la primeras promociones de jóvenes que salieron del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, el centro oficial de formación. De este encuentro surge, bajo una aparente convivencia, el enfrentamiento entre dos modos de hacer y plantear las historias cinematográficas: el cine artificial, de decorados acartonados, y el realista, el que plasma los temas que vive la gente de la calle; de un cine histórico, folklórico y literario, se pretende pasar a un cine actual, crítico, testimonio de una sociedad que tiene problemas de todo tipo.



Fotografía de los asistentes a las Conversaciones de Salamanca.


Las Conversaciones de Salamanca, se celebraron en mayo de 1955 y fueron un encuentro de profesionales provenientes de todos los sectores de la industria, de los organismos del Estado, de la crítica y el sector intelectual del momento. Se pretendió con este encuentro realizar un repaso a todo lo que se estaba haciendo en el cine español y lo que se había hecho desde la Guerra Civil, con el fin de hacer converger los distintos análisis en una propuesta que permitiera abrir nuevos horizontes creativos e industriales.



"Basilio Martín Patino"


El ‘conseguidor’ de aquella cita no fue otro que Basilio Martín Patino, por entonces coordinador del videoclub del SEU. El cineasta de Lumbrales contó con la colaboración de Juan Antonio Bardem y Ricardo Muñoz Suay, responsables de la revista ‘Objetivo’, y consiguió reunir en Salamanca a un buen número de directores y productores. De hecho, todas las conclusiones que arrojó aquel encuentro fueron recogidas por revistas como ‘Cinema Universitario’, ‘Índice’, ‘Alcalá’ o, de manera especial, por la propia ‘Objetivo’, referencia ineludible en la época.


"Calle Mayor"


Primer intento de revolución dentro del cine español, un grupo de directores de la escuela de cine deciden poner patas arriba el cine español y actualizarlo con los hallazgos del neorrealismo y de la “nouvelle vague”, objetivo que consiguieron con sus primeras películas, pero la falta de apoyo de los productores, y del público, hizo que la mayoría se decantara por un cine más comercial, se refugiaran en televisión española, o dejaran de hacer cine.

De Salamanca a ninguna parte es la historia de una generación de cineastas (el llamado Nuevo Cine Español) nacida a raíz de las Conversaciones de Salamanca (1955), que intentó mostrar en sus películas la realidad social de nuestro país. Aunque hoy día...




1960

Cine de oposición.

Escuela Oficial de Cinematografía. 

Saura y “La caza”


En esta década se empieza a vivir en España uno de los períodos de expansión económica más importantes del siglo XX. Se produce una tímida apertura política y esfuerzos por parte del régimen para ser reconocido internacionalmente. Europa olvida los traumas de la guerra civil y los turistas invaden un país de clima benigno, repleto de playas y de arte, barato y sin delincuencia, lo que supone a los españoles estar en contacto directo con costumbres más liberadas.

Al cine se le encarga el papel de demostrar esta modernización. El gobierno establece varias medidas para mejorar la calidad de la producción cinematográfica. Esto produce una división entre un cine comercial en el que predominan las comedias “a la española”, películas oportunistas y baratas de gran éxito entre el público, conservadora, respetuosa del orden y reforzadora de los tópicos tradicionales (caricatura de la mujer y superioridad masculina, complejo de inferioridad hacia lo que viene de fuera y deseo de ser como los extranjeros) y el Nuevo Cine Español, segundo momento de renovación de la cinematografía española, que cultiva un realismo crítico con influencias de la Nouvelle Vague francesa y de algunos autores europeos. 



"Buñuel, Saura y Garcia Berlanga"

En noviembre de 1962 se fundó la EOC (Escuela Oficial de Cinematografía), donde se formaron estéticamente los directores del NCE. Estuvo formado por una nómina de 48 realizadores debutantes, que hacen películas de desigual interés y calidad entre los años 62 al 67 y de escaso impacto entre el público. De entre ellos destacamos a Carlos Saura, Basilio Martín Patino, Mario Camus, Gonzalo Suárez y Vicente Aranda, que en los años 60 se caracteriza por su propuesta de estructuras abiertas e innovadoras. Este cine es el único que ha dejado huella en el cine actual y sus directores siguen realizando películas en nuestros días, no así los exponentes del cine comercial.



"La caza"

Carlos Saura se proyecta internacionalmente en esta década. Por sus preocupaciones temáticas y su carácter crítico, comparte puntos en común, aunque su experiencia es puente entre la generación disidente de los años 50 y la del NCE. Después de Los Golfos (1959) realiza La caza (1965) una de sus mejores películas y una de las radiografías más duras hechas en España sobre la mentalidad de la sociedad del momento, auténtica disección moral y sociológica. Recurre a la metáfora de la persecución de animales para representar la violencia contra el hombre. Su estreno constituyó una agradable sorpresa, un punto y aparte en el cine español. Pippermint frappé (1967), Stress es tres, tres... (1968) y La madriguera (1969) expresan las contradicciones de clase, la violencia destructora, el sexo y la muerte.



"Viridiana"

Bardem, Berlanga y Fernando Fernán Gómez vieron su trayectoria profesional y artística fuertemente coartada y tienen problemas con las autoridades de la época. Berlanga estrena “Plácido”(1961) y su obra maestra, El verdugo (1963), la película es un alegato contra la pena de muerte, contado en clave de humor negro que llega a lo macabro en algunas escenas y que critica la España de la época, en la que las limosnas y la pena de muerte eran habituales; Bardem tras "Nunca pasa nada" (1963), se ve obligado a realizar cine alimenticio, mientras Fernando Fernan Gómez alterna su trabajo de actor y dirigiendo cine comercial, como excepción dirige en 1964 una de las películas mas insólitas del cine español, “El extraño viaje” (1964).



"El extraño viaje"




 “Plácido”


Además de estas importantes obras, son destacables películas como "Diferente" (1962) de Luis María Delgado, un musical protagonizado (en plena época de la censura castrante que prohibió "Viridiana" durante más de 15 años en España) por un homosexual. Sin duda un despiste generalizado, una de esas raras veces en que los censores se duermen y les pasan altas. Lo de la historia de la censura en España no tiene desperdicio, incluso en el doblaje y estreno de películas extranjeras se llegó, tratando de ocultar un adulterio, a agravar la situación inventando un incesto (como en "Mogambo", de John Ford). Otras películas significativas son "Los dinamiteros" (1963) de Juan G. Atienza; la adaptación de Baroja "La busca" (1965) por Angelino Fons; “Atraco a las tres” de José Mª Forqué; y un intento curioso de imitar el cine fresco y alegre de The Beatles, “Un, dos, tres, al escondite inglés”(1969) de Ivan Zulueta.



"Diferente" de Luis María Delgado

En esta década también sobresale Manuel Summers con las comedias realistas, “Del rosa al amarillo” (1963), “La niña de luto” (1964) y un excelente, triste y realista documental “Juguetes rotos” (1966).

Basilio Martín Patino realiza “Nueve cartas para Berta” (1966), uno de los grandes éxitos de la época, tanto de público como de crítica.

Miguel Picazo nos ofrece su magnífica “Tía Tula” (1964), con una portentosa Aurora Bautista.

Las obras de la denominada Escuela de Barcelona “Los atracadores” (1962) y “Los Tarantos” de Rovira Beleta; “Fata Morgana” de Vicente Aranda;"Nocturno 29" (1967) de Pere Portabella y "Dante no es únicamente severo" (1967) de Jacinto Esteva, Joaquim Jordá y Jaime Camino con “Otra vez España” (1969) junto a Alfi Bassie (uno de los diez de Hollywood).



"Fata Morgana"


Se produce la aparición de Victor Erice en “Los desafíos”, junto al malogrado Claudio Guerin (falleció al caer de una torre mientras rodaba “La campana del infierno”) y José Luis Egea (no dirigió nada mas).




1970

El régimen agoniza.

Erice y “El espíritu de la colmena”


Mientras se culmina la decadencia biológica de Franco, las actividades de la oposición clandestina se intensifican, lo que trae consigo un mayor rigor en los aparatos represivos del estado. Franco muere en el 75 y D. Juan Carlos es nombrado rey de España. La producción cinematográfica camina al compás de los acontecimientos históricos. A partir de la muerte de Franco se procede paulatinamente al derribo del sistema. Entramos en la Transición.



"El jardín de las delicias"

Carlos Saura realiza tres películas fundamentales, El jardín de las delicias (1970), Ana y los lobos (1972), La prima Angélica (1973) son producciones que giran alrededor del tema de la memoria y de la familia en relación con la tragedia franquista. El jardín de las delicias es la primera película que evoca directamente la guerra de España. Ana y los lobos nos ofrece en el mundo cerrado y aislado de una casa solariega, a una familia española, delimita lucidamente a través de un examen no disfrazado del ejército, la religión y el rechazo sexual todas las formas de regresión que produce, en los ciudadanos, el poder procedente de la victoria nacional de 1939. La prima Angélica va más lejos todavía e ilustra el punto de vista de un «vencido», supuso un contencioso con la censura, fueron atacados varios locales que exhibían el filme, lo que repercutió positivamente sobre su carrera comercial. Memorable la escena en la que el falangista (Fernando Delgado) se hace escayolar el brazo derecho herido en la posición del saludo fascista. El pasado (1936) y el presente (1973) se funden en una fructífera confusión y el tema del peso del pasado en el presente. Una gran película sobre los recuerdos y la memoria con el telón de fondo de la guerra civil.

"La prima Angélica"


En 1970 Luis Buñuel rueda de nuevo en España su magnífica “Tristana” con una portentosa Lola Gaos, prosigue su filmografía en Francia rodando, sin perder su esencia,“El discreto encanto de la burguesía”(1972) que recibe el óscar de Hollywood (eran otros tiempos), “El fantasma de la libertad”(1973), en la que no hay argumento...


"Tristana"


Durante los años 70 también son destacables algunas películas como "El bosque del lobo" (1970) y “Pim,pam,pum...¡fuego!”(1975) de Pedro Olea; "Mi querida señorita" (1971) de Jaime de Armiñán; Summers rueda su última película aceptable “Adiós cigüeña adiós”(1970).



"Pim, pam, pum... ¡Fuego!."


Berlanga filma su magistral y malentendida “Tamaño natural”(1973) en Francia, mientras Víctor Erice rueda la maravillosa “El espíritu de la colmena”(1973), primera de sus obras maestras (lástima que ruede una película cada diez años...) Basilio Martín Patino realiza la emotiva y entrañable "Canciones para después de una guerra" (1971); Jaime Chavarri nos ofrece un documental demoledor “El desencanto”(1975) y “Furtivos”(1975), de José Luis Borau, supone un retrato crudo de la “España profunda” y marca el final del régimen y el comienzo de la transición hacia la monarquía..



"El espíritu de la colmena"

Nota: Este trabajo, lo realice y publiqué en distintos foros en Junio de 2007.



Continua con:

Cine socio-político Español  (1950/1975) (2ª parte) - Filmografía.

Cine socio-político Español  (1976/2000) (3ª parte) - Filmografía.

Cine socio-político Español  (1976/2000) (4ª parte) - El postfranquismo.

Cine socio-político Español - Filmografía - (1976/1989) (5ª parte)

Cine socio-político Español - Filmografía - (1990/2000) (6ª parte)








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