domingo, 16 de noviembre de 2014

Begin Again (Begin Again) - (2013) - (Director: John Carney)



Begin Again

Título original: Begin Again (Can a Song Save Your Life?)

Año: 2013

Duración: 104 min.

País: Estados Unidos.

Director: John Carney.

Guión: John Carney.

Música: Gregg Alexander.

Fotografía: Yaron Orbach.

Reparto:

Keira Knightley, Mark Ruffalo, Hailee Steinfeld, Adam Levine, James Corden, CeeLo Green, Catherine Keener, Mos Def.

Género: Drama romántico.

Sinopsis:

Gretta (Keira Knightley) y Dave (Adam Levine), son una pareja enamorada a la par que compañeros compositores, que llegan a Nueva York cuando él firma un acuerdo con un importante sello discográfico. Pero su recién adquirida fama pronto tienta a Dave y deja de lado a Gretta, cuyo mundo se viene abajo. Cuando Dan (Mark Ruffalo), un ejecutivo discográfico en horas bajas, descubre a Gretta durante una actuación en los escenarios del East Village, queda cautivado al instante por su talento y le propone empezar a trabajar juntos. Una colaboración que les transformará a ambos, a la vez que compondrá la banda sonora de un maravilloso verano neoyorkino.






COMENTARIOS:

Siete años ha habido que esperar para que John Carney, guionista y director de la maravillosa Once, volviera a entregar una película que discurre en la misma dirección. Begin again comparte con ella la capacidad de conmover gracias a unos personajes entrañables, bien descritos, y a los conflictos a los que se enfrentan, y a una inspirada partitura musical compuesta de preciosos temas musicales de Gregg Alexander que dan el necesario “mood” a la película, porque en ellos los personajes expresan sus sentimientos.

Está claro que el éxito de Once, incluido su Oscar a la mejor canción, ha facilitado las cosas a Carney en lo referente a un presupuesto más desahogado, y a un reparto de actores conocidos, aunque no obvios, el cineasta no ha sucumbido a la tentación de fichar meramente intérpretes con tirón comercial.




Pero, ¿qué es lo que hace que "Begin Again" sea diferente? Para empezar, estamos ante un producto que no se limita a contarte cantando qué está pasando en pantalla, todos tenemos ojos para darnos cuenta de eso y estamos viendo cine, no una obra de teatro, algo que tiende a olvidarse en este tipo de producciones. "Begin Again" Usa la música para definir las emociones, para hablarte de un estado de ánimo, para destripar los entresijos de cualquier personaje solo por la letra de lo que canta, cómo lo canta o cómo parece sentirse mientras lo hace. Si todo esto lo sumas a una historia original por tópica que parezca en su conjunto, a una pareja protagonista con una química casi inverosímil (Mark Ruffalo está en estado de gracia) y a unas canciones elegidas con buen gusto y colocadas con inteligencia, nos queda un producto sumamente disfrutable.

Después de su papel como paciente de Freud (Un método peligroso) y de enamorarse locamente en Anna Karenina, la polifacética Keira Knighley coge su cuaderno de notas y su gruitarra, y vagabundea por las emblemáticas calles de Nueva York. Interpreta a Gretta, una joven que llega con su novio Dave a la ciudad, con miras a triunfar con el último trabajo musical de éste. Mientras Dave se entretiene entre estudios de grabaciones y viajes de presentación. Finalmente, él se sume completamente en su trabajo y la abandona. Gretta, perturbada y hundida, termina durmiendo en el sofá de un viejo amigo en un pequeño apartamento. Dan Mulligan (Mark Buffalo), productor musical, la ve actuar en un local de Manhattan y se enamora perdidamente de su música.




Así comienza Begin Again. Y lo hace mostrándonos la voz dulce, nítida y cargada de vida de Knighley, que embauca al espectador sin que apenas se de cuenta. Y aunque la belleza discreta de la actriz se ve completamente oculta por el timbre de su voz, en tan sólo los primeros minutos del film, ya ha llenado la sala de magia y es imposible dejar de mirar. Y de escuchar.

Es un homenaje a la música, a las personas, a los artistas independientes y a la ciudad de Nueva York, que se muestra tal y cómo es, como impresionante escenario de fondo. También es una crítica a la comercialización extrema del arte, a la pérdida de la esencia en el proceso de ventas y a la anulación de la llamada "alma del artista" cuando se pone un precio a su talento. Mientras Gretta lucha consigo misma y Dan intenta ayudarla a perseguir sus sueños, el mundo de ambos se une de manera casi impercentible hasta que los une una amistad profundamente musical y profundamente tierna.

Otra de las formas más hermosas que tiene este film de mostrar la vida es la música incluída en todas las facetas. Como si todo no fuera más que un videoclip rodado de forma improvisada, componiendo así un álbum de dieciséis canciones inolvidables y afiladas como lágrimas. Las notas musicales se engranan unas a otras, formando parte del tráfico vertiginoso de la ciudad, adheriéndose al cemento que forman los rascacielos, recorriendo la rutina de todos sus habitantes. Y al caer la noche, todo esto únicamente se vuelve más indiscriptible.




Al igual que ya quedaba patente en "Once", John Carney es un director que ama la música por encima de todas las cosas, lo cual es algo que se agradece en el resultado final (la escena en la que Ruffalo, borracho, visualiza los arreglos en la canción de Knightley deja buena cuenta de ello). Podríamos decir que en cada una de sus producciones plasma una pequeña parte de su vida. Pocas cosas negativas más pueden decirse sobre "Begin Again". Habrá a quién le haya molestado más este buen rollo generalizado, de todos modos, seas más o menos permisivo, esto una nimiedad que sigue dejando un conjunto realmente mágico.

La selección de actores es perfecta. Hailee Steinfeld adolescente, demuestra que lo de Valor de ley no fue flor de un día. Keira Knightley está tan encantadora como siempre, y sale airosa del desafío de cantar. Mark Ruffalo es perfecto para representar a un tipo que sufre la crisis de la mediana edad, y Catherine Keener no vacila en su papel de madre, que podía a priori ser antipático. Adam Levine, músico reconvertido en actor para la ocasión, encarna bien los desafíos que se afrontan con el vértigo de la fama. Y James Corden da la imagen perfecta del amigo patoso y no muy atractivo, en cuyo hombro siempre puedes llorar.





Dulce, suave, musical, por momentos deliciosa. Dos actores que se unen en una comunión perfecta, en un film lleno de melancolía y esperanza a partes iguales, una película que nos conduce por el entramado emocional de la ilusión, el fracaso, la tristeza y todos los sentimientos que nos unen y nos separan como personas.

Siempre hay lugar para la esperanza...

Trailer:




Calificación: 4 de 6.

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